Recita Jorge del Nozal
Al rayar el día...
Por allí y detrás,
por la parte escondida,
la que oculta con su cabeza
aquel monte,
el que está tras la colina,
por allí hay un lugar
en el que sólo se esconde,
nada más,
y hasta que despierta,
lo que parece imposible;
por allí, pero al final,
al otro lado de donde,
por lo demás,
todo se muestra impasible.
Por allí se abrió la brecha
del opaco velo que protegía,
hasta su último recoveco
y por si las luces extrañas,
todo este trozo de cielo,
ahora nubes grises
y azules hielo melancolía,
donde tenía su asiento
una noche estrellada.
En lo mejor de mi sueño,
el más cierto de mi vida
y justo en el momento
en que me revelaba,
con callados versos
de un precioso firmamento,
ella, mi noche querida
y enamorada,
las imágenes bellas y claras
de sus sentimientos.
Algún alma, solo una
y con solo un dedo,
uno solamente,
pero de incisiva uña,
abrió un ojal en su velo negro;
y el sol que no solía,
mas, por algún casual,
por allí andaba,
probablemente, por desvelo,
también quiso estar
en lo que no debía,
y con el calor de su frente
o el de su pelo o el de su mejilla
o el de su mirada ardiente
por la mirilla...
se labró la muerte,
se veló la noche
que me abrazaba
y se desvaneció el sueño
de un algo diferente.
Con tan solo un dedo
se abrió una herida
y creció tanto, tanto...
que se hizo fuerte
en la inmensidad del cielo;
algún alma torpe sería,
torpe y sin freno o,
quizá, desaprensiva,
y sabrá Dios, si por descuido
y sin quererlo
o deseándolo y con esmero.
O igual fue al rayar el día,
en su gélido brote
y con las aristas dentadas
de sus horas frías,
el que hirió a mi noche,
sí, quizá fuera este,
con su preciosa luz,
aunque de otra poesía,
el que veló mi sueño
y la hirió de muerte,
rasgando la opaca tela
que lo cubría.
O fue a esas horas si no,
tan tiernas como duras
en las que alumbra el día,
en que también nacen
de entre sus dulces crías,
tímidas luces que suave picotean,
cucas y rudas hordas
ya provistas de sus teas,
cuando se velaron
y quedaron llanas y sordas
y frías, además de a oscuras,
las claras y bellas notas
de la armonía.
En este trozo de cielo,
ahora nubes grises
y azules hielo,
melancolía,
estaba a mi lado
y a pecho abierto,
con sus petequias y lunares,
mi noche querida,
toda al descubierto.
¡Oh, su piel! ¡De pecado!
Y me la quitaron de los ojos.
Había miel en su sonrisa y
¡me la robaron de los labios!
En lo mejor de mi sueño,
el más cierto de mi vida y
justo en el momento
en que me revelaba,
con callados versos
de un precioso firmamento,
ella, mi noche querida
y enamorada,
las imágenes bellas y claras
de sus sentimientos.
(Jon)
11 comentarios:
Significa un verdadero honor para mí, Jorge,y nunca terminará mi agradecimiento,por la agradable compañía que prestan tu voz y alma a mis letras y sentimientos
Que bien recitas Jorge, la poesía también, un poco más corta me habría gustado más.
Un abrazo
Mira que has elegido un texto extenso, pero para nada se me ha hecho largo. Me encanta oír tu armoniosa voz.
Felicitaciones a los dos.
Besos.
Amigo Jorge: No creas que no estoy pendiente de lo que cuelgas, que sí lo estoy. Y escucho casi siempre tu voz a disposición de estos poemas nuestros. Y, muchas veces, enriqueces todo cuanto lees.
Un abrazo de Mos desde la orilla de las palabras.
Jorge, es un lujo escuchar un poema en tu voz siempre armoniosa siguiendo la senda que marca la cadencia de cada verso, de cada imagen y sentimiento.
Felicitaciones también a su autor Jon.
Abrazos
El prestarnos tu preciosa voz para escuchar nuestros versos recitados es un detalle que te honra, más aún cuando sabemos que tu también eres un excelente poeta y podrías leer tus propios poemas.
Gracias Jorge por tu generosidad.
Un saludo
Muy lindo el poema, pero Jorge, o desafinas o te pones un pito horroroso en la garganta, porque escucharte es una delicia y se me disparan los sentidos y ya no sé ni lo que dices y tengo que leer, y encima estamos en primavera...;)
Besos.
Que generosidad la tuya, le das vida a cada verso, cada palabra dicha, cada énfasis, la pausa y la intención nos ayuda a hacer la poesía más nuestra. Gracias por regalarnos tu voz.
Un abrazo
Gracias Jorge pero lo mío no es la poesia, hacer reir sí, pero vamos, que tú recítame, que ya si eso, me abanico y aguanto el tirón, jajajaja.
Ya me anoto tu correo.
Besos!
Este bello poema de Jon lo compartirá también en mi blog, pero tú Jorge lo has conseguido decorar con tu preciosa voz, es un lujo el que tú nos regalas.
Un beso.
Hola amigo Jorge, simplemente felicitarte por tu gran obra.
Creo que esto es un arte que está por encima del materialismo.
Y que ofreces a los demás sin ningún otro interés que el del disfrute de hasta quienes lleguen a escucharte. yo te estoy lanzando a través de google+1 en mi perfil de Google.
¡Gracias amigo por compartir tu esenecia!
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