Foto: Jorge
Recitan: Estrella y Jorge
Conversando sobre la amistad
-Me gustaría escribir una historia con unos personajes, donde la
amistad fuera dueña y señora de sus vidas. Que se entendiera, sin tener que esforzarse,
donde fuera nada y todo. Simplemente, amistad.
-Tú eres la dueña de tus
palabras y de tu mundo. ¡ Escríbela !
-Es que se me hace difícil imaginarla, figúrate para escribirla.
-Pero algo te has imaginado,
puesto que quieres escribirla. Yo creo que lo tienes claro pero no te atreves a
contarlo. En realidad pienso que ya está escrita en tu mente, pero piensas que no está bien, que
no te van a entender.
-Pues sí, está escrita y revisada y no es cierto que piense que no
está bien, pero sí que pienso que no lo van a entender. Es una historia de amistad
maravillosa, limpia, pura, es solamente, amistad. La unión de dos almas, que no
buscaban nada, y encontraron …
-Eso suena muy bonito.
¡Escríbela por favor! ¿Qué es lo que
encontraron?
-Encontraron un mundo diferente, casi desconocido, donde la amistad se funde con el amor y forman un todo
indestructible.
-Pero estas entrando en
un terreno muy peligroso, de arenas movedizas. Estos dos términos se pueden
confundir fácilmente.
-¿A qué te refieres?
-A que lo que tú piensas
que es amor, puede ser solamente amistad, o lo contrario, que tu pienses que es
amistad cuando es amor.
-Me parece que no me estás entendiendo. Cuando alguien quiere a otra
persona, le está ofreciendo su amor y su amistad. No tiene por qué separarlo ni
confundirse.
-Pero los seres humanos
siempre separamos esos dos conceptos, porque si no, podemos tener problemas.
-Ves como no debo escribirla, si ni siquiera tú me entiendes, como lo
van a entender los demás.
Existe un amor físico y otro espiritual. A
este último es al que me refiero, y nunca debe separarse de la amistad.
-Veo que tienes los conceptos muy claros y te
estas explicando perfectamente. Yo si te entiendo. y creo que puedes y debes
escribir tu historia, ayudaras a mucha gente.
-Ahora, si has llegado a mí, siento
dentro que me entiendes y hasta que tú tienes otra historia que contar parecida
a la mía, con los mismos interrogantes.
-Pues es cierto, yo también tengo mi historia,
pero ya no tiene interrogantes. Tú me los has solucionado.
¿Quieres
ser mi amiga?
-Nosotros siempre hemos sido amigos,
incluso antes de conocernos.
-¿Vas a escribir tu historia?
-No, quizá en otra ocasión, ahora no
lo necesito.
Jorge