Recita Jorge del Nozal
Anoche
soñé contigo,
princesa
del alma mía.
Convertiste
el agua en fuego,
la
tristeza en alegría.
y
tus ojos fueron luz
que
alumbraron mi vigilia
mientras
escribía versos
que
luchaban por su vida.
Corrías
descalza en el monte,
saltabas
sobre la hierba
y
encontraste un cervatillo
herido
sobre las piedras.
Lo
abrazaste contra el pecho
y
besaste su cojera.
La
vergüenza me invadió,
sentía
celos, de veras.
Soñé
en el sueño, que huía
maldiciendo
al cervatillo,
que
robó la boca mía.
Esa
boca que besaba,
sin
maldad,
¡pero
era mía!.
Quise
despertar del sueño
para
abrazarte, mi vida
y
besarte con fruición
y
sentir esa alegría
que
este sueño me robó.
Pero
mi sueño seguía ,
el
cervatillo bramaba
y
su dolor te angustiaba.
Le
cubriste con tu ropa
y
con un gesto de amor,
le
llevaste a tu morada.
Le
tendiste en tu lecho,
y
curaste sus heridas.
Y
los celos me mataban,
¡no
podía soportarlo!,
tus
manos le acariciaban,
tan
suave, que hasta grite
para
que tú lo soltaras.
Y
mi grito lo escuchó,
hasta
Morfeo en su cama.
Y
apiadándose de mí,
guardó
mi sueño en su casa,
lo
encerró con cuatro llaves
y
recuperó mi calma.
Ahora
ya te siento en mí,
vuelve
la paz a mi alma.
Jorge.
Jorge.