Como ya la mayoría sabréis, este fin de semana tuve el honor y la satisfacción de conocer a Mos .
Y vino con dos regalos. El primero, poder conocerle y hablar con el en persona y el segundo
fue este poema que me escribió y leyó en directo. Gracias Mos por aceptar mi invitación y por
el cariño que me demuestras en este precioso y magistral poema.
Si queréis conocer detalles del encuentro, pinchad en el enlace de su blog, donde lo explica detalladamente.
Recita Jorge del Nozal
ACRÓSTICO PARA JORGE
Jardín sembrado de poemas y óleos
ondeando bajo el viento del norte.
Refugio cálido para peregrinos de la belleza,
guía de sueños posibles, sosegados,
entre minas y cielos de azules infinitos.
Dibujará, tal vez hoy, un arabesco dorado;
empleará la armonía en cada una de las líneas,
lentamente, con firmeza y júbilo en las manos.
No os quepa duda: aquí hay un maestro.
Otorgarle tal título no es una lisonja
zalamera, ni un gesto adulador vacuo.
Aprendices somos todos al lado de su voz,
legado de los dioses, torrente de palabras.
Acuarelas, retratos, bodegones, paisajes,
reflejos de luz para lienzos sin vida.
Trazos latiendo al compás de su creador;
imágenes para contemplar desde dentro,
sí, con otros ojos, con los ojos del alma.
Todo es posible si se sabe mirar, si inculcamos
arte y emoción a nuestros cinco sentidos.
Puede que sea el hechizo de su potente voz
o tal vez la ternura con que acaricia los versos
entregados. Este hombre, heraldo de musas ajenas,
trovador de sentires, hacedor de todas las artes,
atrapa, nos atrapa con la magia de sus dones.
Y me pregunto aún con qué me sorprenderá mañana.
A veces uno se encuentra valiosos tesoros ocultos
más allá de nuestra acostumbrada rutina vital:
idealistas que surcan mares, ciudades y continentes.
Gracias Jorge por saberte amigo y encontrarte;
ocurre que hoy el corazón me ha dictado estos versos.
Ceferino Otálora (Mos).