Renuncia.
En el medievo de la indiferencia
busco esa imagen que  creé  
y no la encuentro.
Por las calles estrechas, sospechosas,
 está la noche  tan quieta y tan vacía,
 que las antorchas son derroche.
No  dejaré que mis estrellas
sean brasa  y se fundan;
me vestiré mi armadura  
y no permitiré que me tire el galope
de la oscuridad.
No lucharé frente a frente  con nada,
 el acero mata en caliente y en frío.
Ya no tiene sentido que me arrodille en tierra;
no existe  almena, ni corcel, ni  camino.
Se ha quedado el invierno  sin sayo
 y no quiere ser  un mendigo;
renuncia  a las cruzadas 
que conquistan con sangre
valijas   de diamantes y de oro.
No hay riquezas que compren  un trono,
ni un jergón  de caricias y de besos.
Entre rejas  te encerraré y tiraré la llave.
Las trompetas anuncian un torneo
 de cometas castrados  .
 
 
 
12 comentarios:
Preciosa!!
Besos
Noble renuncia.
Un abrazo.
Mercedes
Precioso poema lleno de símbolos,donde el alma toma su armadura y trata de buscar su verdad,sin luchas,ni laberintos...Centrada sólo en su equilibrio y en su paz.
Mi felicitación para Milagros por su inspiración y creatividad y para ti por tu grandeza interior,que reflejas en la armonía de tu voz.
Mi abrazo grande para los dos.
FELIZ SEMANA,AMIGOS.
M.Jesús
Muchas gracias Jorge. Ha quedado muy bonito.
Excelente blog, con un contenido diferente para todos.
Te invito a que conozcas mi blog, http://lablogoteca.20minutos.es/todo-preescolar-15750/0/
gracias!!! Ya faltan dos días nada más para poder votar!!
magnífico!!!
Hola Jorge, eres un gran rapsoda, el poema es precioso pero recitado mucho más eres un tío grande me encanta como lo haces.
Enhorabuena amigo por tu arte y gracias por dejarnos disfrutar de él. Un abrazo.
La voz y el placer de escucharte...
Mi saludo.
Anna-Libre
Me gusta la palabra rapsoda, tal vez por voces como la tuya, tan entregada en transmitir un mensaje secreto.
Escuchándote me siento un jinete cabalgando en medio de un plaza medieval un día de torneo. Frente al enemigo.
Sabiéndome de antemano perdedor, por el desaliento de tu indiferencia, que me cae desde el cielo como si de un rayo eléctrico se tratase.
Un saludo
Precioso poema, con esa última estrofa especialmente impactante, cuyo valor se multiplica en voz tan profunda como la de Jorge.
besos y felicitaciones a ambos.
Gracias a todos, es una satisfacción leer vuestros comentarios.
Un abrazo múltiple.
Ha sido genial descubrir este espacio a través de Milagros.
NO he podido escucharte bien el recitado porque se oye muy alta la música; pero lo he disfrutado de todas formas.
Un saludo.
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