Mural pintado por Jorge del Nozal
leerlo el día de la boda de unos amigos . Espero que os guste.
REFLEXIÓN SOBRE EL AMOR
Tenemos que hablar de amor, porque es amor lo que hoy se respira. El amor está impregnando cada rincón de este templo; y todo gracias a vosotros.
Habéis conseguido que vuestro amor se multiplique como si de una planta fértil se tratara.
Estoy seguro que hoy todos miramos a nuestra pareja con más amor. Unos recordando tiempo pasados y otros esperando tiempos venideros.
El amor es juguetón, parece divertirse y sentirse más creativo cuando alguien se lo apropia. Abre sus brazos y penetra en las memorias, invade los sentimientos y se desliza hasta los corazones. En su caída abre pequeñas heridas que luego él mismo se encarga de cerrar.
Tiene fuerza, más de la que nadie se pueda imaginar, tanta que la tierra tiembla cuando él aparece y vuelve a su ser cuando se esconde, pues el amor nunca desaparece.
El amor, es comprender, es compartir, es dar sin esperar recompensa, es alegrarse de sus éxitos, es reír juntos, es buscar y encontrar juntos, es perdonar, es confiar, es escuchar y sobre todo, el amor, es respetar.
El amor es tan inmenso que ocupa todo nuestro universo, y cuando se encoge es capaz de entrar en el alma de una persona, y esa persona se verá con fuerzas para conseguir todo lo que se plantee y tendrá los sueños más hermosos que jamás pudo imaginar.
Sentirá que la vida es maravillosa y que podrá superar lo imposible. Se trasladará a otro plano de existencia, donde todo parezca real y ahí es donde vivirá con otra persona que ha sentido exactamente lo mismo.
Pero todo esto ocurrirá siempre que alimentéis ese amor. El amor no puede pasar hambre, cuando esto ocurre, se esconde y todo ese mundo maravilloso que antes existía, se desvanece con él.
Por eso os pido que alimentéis al amor antes que a vuestro cuerpo, así siempre viviréis en ese maravilloso mundo que a todos nos está esperando y seguro que jamás sentiréis hambre.
2 comentarios:
preciosa reflexión, muchos saludos
Gracias.
El amor es como dibujar la felicidad en el lienzo del tiempo.
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